Acabo de volver de una semana de
esquí en las Dolomitas, el dominio de Dolomitisuperski, más de 1200 km de
pistas preparadas y señalizadas, 12 estaciones conectadas por remontes y en
algunos casos por skibus, en una semana si esquías bien y rápido puedes
visitar 7 u 8 sin repetir pista.
No es solamente que sea el
dominio esquiable más grande del mundo y lo bien que lo tienen organizado lo
que me atrae de este lugar, es el paisaje,
la hostelería; el servicio, la atención y el precio, incuestionablemente
más barato que en España.
A la vuelta he calculado los
gastos que he tenido y lo he comparado con los que hubiese tenido en una estación del pirineo y resulta que es más caro aquí, un
27% más que en las Dolomitas, incluido transporte desde mi casa al destino en
cualquiera de los casos.
¿Qué ha pasado aquí para que se
produzca este cambio que hace 15 años era impensable? Lo que veo es que mientras en los Alpes dolomíticos
rápidamente han asumido que la crisis está encima y que los países de su
entorno no están dispuestos a soportar aumentos de precio, aquí las estaciones de esquí y su oferta turística no quieren darse cuenta
que los clientes ya no están por asumir
los precios que han estado vigente en los últimos años, y cuando quieran
reaccionar se encontraran con que una parte y no pequeña de los usuarios ha
elegido otros países para pasar su vacaciones invernales, porque son más baratos y dan mejor calidad y
servicio que ellos.
Me ha dado pena ver que en una
estación de esquí en el Pirineo, en la semana de promoción, que es la más
barata de la temporada y con gran abundancia de nieve y buen tiempo, en muchas pistas esquiábamos solos;
los restaurantes que hace unos años había que reservar con días de
antelación para coger una mesa, estaban vacios y podías elegir hora, mesa y que
el cocinero se sentase para hablar
contigo; pero los precios, esos sí, seguían como si no hubiese pasado nada.
Me contaba una empleada de la
estación, con un cargo de responsabilidad, que le llaman clientes que antes se
dejaban 7000 u 8000 € en una semana, diciéndole que este año no podían ir a ese
nivel y que les buscase algún sitio para un presupuesto de 1500€, todo
incluido.
La consecuencia es que o se
adaptan a la situación actual, adecuando los precios a la competencia de otros países, o en los próximos años
empezaremos a ver estaciones de esquí cerradas por falta de clientes que han
preferido otras alternativas con mejores precios, servicios e instalaciones.
En nuestro hotel El Milano Real
también sufrimos la competencia de otros destinos europeos e irremediablemente
nos hemos tenido que adaptar, tratamos de innovar en la oferta de precios y
también en calidad de servicio ofreciendo al cliente nuevas alternativas tanto
en nuestras instalaciones como en nuestro destino turístico. PACO
hace 15 años que no veo nieve.muy bonito
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